Acercarse al Puerto pesquero de Cudillero a observar pajaros suele ser casi siempre una plácida y relajante actividad que no conlleva ningún sobresalto, se convierte en un ejercicio obligado de visita de cortesía a conocidos y amigos que comparten con la población pixueta las actividades propias de un puerto pesquero.
Por lo general la población de aves no varía apreciablemente, y los foriatos . . . rara avis no se dejan caer por aquí con profusión, así que una jornada apacible, aunque no aburrida, esta asegurada.
Patiamarillas en vuelo y Jovenes descansando.Cudillero 30/01/2012
Las evoluciones de las gaviotas patiamarillas (
Larus michaellis) son las que dominan el entorno, así que unos cuantos clics al vuelo te mantienen en forma. Solo la llegada de un pesquero revoluciona la parroquia y un extridente griterío rompe la calma de un Puerto bajo en actividad pesquera.
Una gaviota patiamarilla de 2º invierno se hace con un descarte de merluza y es perseguida por unas cuantas en el intento de arrebatarle la presa, pero es la gaviota adulta dominante la mas fuerte, la que ostenta la jerarquía y le hace soltar el bocado. Esta vez no ha habido suerte . . . . o si , depende del punto de vista de cada cual.
Un cormorán grande (Phalacrocoras carbo) realiza una inmersión tras otra en busca de un pez que llevarse al pico, en los intentos que realizó durante el tiempo que estuve observando sus evoluciones , no conseguí ver que sacase presa alguna.
En las piedras de afuera (los pescadores pixuetos las llaman las Colinas), un grupo de cormoranes grandes y varios cormoranes moñudos (Phalacrocorax aristotelis) descansaban y tomaban el sol, mientras, otros salían o llegaban de la pesca.
Lo mas destacable fue la presencia de dos Gaviones atlánticos (Larus marimus) , un joven y un adulto, especie esta no frecuente en el Puerto .
Las fotos testimoniales de cormoranes y gaviones están hechas con telescopio y compacta de bolsillo.
De vuelta en el aparcamiento, un Bisbita común (Anthus pratensis) se deja fotografiar brevemente en la cuneta como regalo de despedida en una mañana por momentos luminosa en vísperas de la esperada ola de frió. . . . . . . Brrrrrrr