Fmilia: Zygaenidae
Especie: Zygaena trifolii Esper 1783
Nombre común: Zigena de cinco puntos
Las plantas suelen producir muchos metabolitos tóxicos _ Productos resultantes del metabolismo animal o vegetal _,y en menor medida los insectos, por ello son interesantes los casos en que el propio insecto es capaz de producir por síntesis, productos tóxicos, irritantes o de desagradable sabor.
Un caso altamente especializado es el de las mariposas del género Zygaena y que desde un punto de vista taxonómico son heteróceros (Mariposas nocturnas) adaptados al vuelo diurno .
Cuando para matar rápidamente a los insectos recolectados para su uso en la investigación se empleaba el clásico “frasco matador”, constituido por un bote de boca ancha en cuyo fondo se depositaban unas bolas de cianuro potásico fijadas con una lechada de escayola, resultaba sorprendente el hecho de que las zygenas permanecían vivas y activas mucho tiempo, llegando a deteriorar sus alas por el continuo revoloteo dentro del frasco, decíamos en aquellos tiempos que las zygenas “aguantaban mucho” al cianuro, pero ignorábamos su causa. Allá por los 70 , Frazer, Jones, Rothschild y sus colaboradores demostraron que estos insectos disponían de glucósidos cianogénicos, es decir productores de ácido cianhídrico, y no solo en su fase de adultos sino también en la de oruga e incluso en la de huevo.
Esto explicaba su alta resistencia a las atmósferas ricas en cianhídrico de los arcaicos “frascos matadores, sino que también pueden liberar cianhídrico activo, por transformación de los cianoglucósidos. En un primer momento se pensó que disponían de ellos porque los acumulaban procedentes de sus plantas nutricias, como ocurre con tantos otros productos más o menos tóxicos que muchos insectos comedores de plantas acumulan y les sirven de protección frente a los depredadores.
Si un pájaro come una larva o un adulto de zygena, se encontrará muy mal, aunque no muera, y tratará en lo sucesivo de no volver a comerla, este recuerdo estará ligado para siempre al aspecto del insecto. Las zygenas podrían tener entonces colores llamativos de los denominados “colores de alarma”_ negro, rojo, amarillo _, originando así un mimetismo cromático defensivo, que se ampliaría a otras especies poseedoras de otras substancias tóxicas. Si muchas especies tóxicas tienen un similar aspecto la defensa se reforzaría, basta que un pájaro se coma a un espécimen de cualquiera de ellas para que rechace la ingestión de todas las que se le parezcan. El depredador identifica, por su aspecto, a una especie que en una ingestión anterior, le proporcionó un sabor desagradable o una sensación tóxica, y esta experiencia la extiende a todas las especies de morfología similar.Con ello el número de ejemplares que serán comidos se reparte entre varias especies, formando una“comunidad de escarmiento” por su similar aspecto, y cada una de esas especies sufrirá un menor numero de bajas por depredación.
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