Tomando el hilo del anterior post, al día siguiente nos encaminamos a la ciudad de Trujillo en el camino que nos llevará de vuelta a casa.
De la belleza de esta monumental ciudad lo que se diga ya se ha dicho todo, desde que la conocí es y será un lugar para perderse aunque sea por poco tiempo, como es el caso en esta fugaz visita; es a primera hora de la mañana o al caer de la tarde cuando se la disfruta mas, sentir el sol de febrero en la cara y sentir anticipadamente la proxima primavera.
Llena de vida por todos los lados Trujillo alberga multitud de aves que se dejan ver y oír en el silencio de sus estrechas callejas y es la presencia de las cigueñas lo que acelera esa sensación de que la primavera esta muy cerca.
De la belleza de esta monumental ciudad lo que se diga ya se ha dicho todo, desde que la conocí es y será un lugar para perderse aunque sea por poco tiempo, como es el caso en esta fugaz visita; es a primera hora de la mañana o al caer de la tarde cuando se la disfruta mas, sentir el sol de febrero en la cara y sentir anticipadamente la proxima primavera.
Llena de vida por todos los lados Trujillo alberga multitud de aves que se dejan ver y oír en el silencio de sus estrechas callejas y es la presencia de las cigueñas lo que acelera esa sensación de que la primavera esta muy cerca.
Ahora próximo el despertar de la primavera, el crotoreo de las cigüeñas se escucha en todos los lugares de la ciudad, no hay torre o campanario que no albergue unas cuantas parejas preparándose para la reproducción y dispuestas a disputar el nido del año anterior.
Es difícil imaginar a Trujillo sin sus cigüeñas en sus torres y campanarios, y el ruido de sus picos resonando por todos los lados, no es que sea Trujillo la excepción, ya que en cualquier localidad nada más pasar la Cordillera Cantábrica se las encuentra en gran número, pero aquí me parece que adquieren la categoría que les da la monumentalidad del lugar.
Con el sonido todavía retumbando en los oídos tomamos dirección al Parque Nacional de Monfragüe siguiendo la ruta del camino a casa, la previsión es de que va a llover y esperamos subir al castillo de Monfragüe.
Es difícil imaginar a Trujillo sin sus cigüeñas en sus torres y campanarios, y el ruido de sus picos resonando por todos los lados, no es que sea Trujillo la excepción, ya que en cualquier localidad nada más pasar la Cordillera Cantábrica se las encuentra en gran número, pero aquí me parece que adquieren la categoría que les da la monumentalidad del lugar.
Con el sonido todavía retumbando en los oídos tomamos dirección al Parque Nacional de Monfragüe siguiendo la ruta del camino a casa, la previsión es de que va a llover y esperamos subir al castillo de Monfragüe.