Bufo bufo,Sapo común

Se pueden observar los orificios de salida de las glandulas productoras de "veneno "

Salamir (Cudillero) 5/07/2009
Familia: Bufonidae

Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
Nombre popular: Sapo común

Por su aspecto grotesco y verrugoso y quizás por alguna mala experiencia ,por lo general irritante, nunca gozó de las simpatías de los humanos, y desde los tiempos fue apaleado,"sapeado",reventado, hoy en día atropellado y todos los "ados" imaginables.

A pesar de que los sapos no disponen de un aparato venenoso organizado, las glándulas de la cabeza segregan diversas sustancias venenosas capaces de causar efectos clínicos indeseados en los animales y hasta la muerte en algunos casos, en especial de perros que permanecieron con el sapo en la boca mas tiempo del debido.

Los sapos poseen unas glándulas que excretan un moco de aspecto acuoso y blanquecino para defenderse de los depredadores . Estas secreciones tóxicas e irritantes, se producen en unas glándulas granulares de la cabeza,hombros y zonas dorsolaterales.

Las secreciones de los sapos contienen gran variedad de compuestos cardioactivos: bufodienoles (glucósido de acción sobre el corazón), bufotoxinas (actúa sobre la bomba Na+/K+ a nivel del corazón),catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), sustancias muy tóxicas que pueden llegar a producir severos trastornos o la muerte del animal en poco tiempo .Para el hombre no ofrece ningún peligro, las molestias pueden manifestarse por un manejo inadecuado al utilizar las manos en ojos y boca después de haber manipulado uno de estos batracios, lavar las manos despues de coger el sapo solucionará el problema.

Estos días de borrina y orbayo, son propicios para que los sapos comunes abandonen mas pronto sus escondites y aprovechen para salir de cacería antes de que oscurezca ,momento que se dejan ver .Para aquellos que no se pararían a observar un sapo de cerca, una fotografía de un sapo limpio y acicalado tal vez pueda reclamar su atención y así quitarle el "sanbenito "de una serie de leyendas sin fundamento, ni el sapo escupe, ni se queda uno calvo por tocarlo.

No es que de repente se vallan a enamorar de el y se convierta en el Principe Encantado del cuento de los hermanos Grimm, pero quizás se paren a pensar, "pues parece simpático el sapillo" y aparquen el palo y el puntapié la próxima vez que se encuentren.